Lucero del Ser #6 – Manantial de pensamiento.

Lucero del SER en el articulo#6 - 1er movimiento - Corona - los superpoderes - ser el rey de tí mismo

En el juego Lucero del SER en el articulo#6 - 1er movimiento - Corona - los superpoderes - ser el rey de tí mismo

El camino más intuitivo en el Lucero del SER es:

Dar el primer paso en círculo de la corona y realizar un listado de los superpoderes para el juego. Siempre se puede cambiar, corregir y agregar superpoderes.
Yo entré al juego con los superpoderes: aceptación de lo que no puedo cambiar; amor a mí mismo; benevolencia conmigo mismo; coraje para aceptarme vulnerable; confianza en que abro los ojos para embellecer el mundo; paciencia para que las cosas decanten por si solas y perdón para mí, que soy el que más daño me hace; talento en juegos de pensamiento para romper mis propios paradigmas, enfrentar los tabúes y catalizar mi propio cambio; valores ancestrales y míos para tener claro de dónde vengo y a donde voy. Caminar lo hablado, caminar el ama a tu prójimo como a ti mismo; mi filosofía de vida para permitirme aceptar mi tristeza y ser mi propio canal de transmutación, para volver a la pasión que llena de belleza mi mundo.

Soy polvo de estrellas reflexionando sobre estrellas, que renace una y mil veces en esta y todas las vidas, una de las grandes sabidurías presentes en mi brújula.
Sé que cada vida es sagrada, cada relación es sagrada. Cada construcción de realidad es sagrada. De ahí mi intención de aceptar también mi vida como sagrada.
Es sagrado aceptar cómo me siento, lo que pienso, y lo que sé. Y con esa convicción me entregué al tránsito de la tristeza junto al búho desplumado.

Lucero del SER #6 - El circulo de las destrezas y habilidades.

Lucero del SER #6 - El circulo de las destrezas y habilidades. El círculo de los oficios y el artesano

El círculo del artesano:

El segundo paso, recomiendo darlo en el círculo del artesano, y observar todos los elementos, componentes, conocimientos, saberes, experiencias, habilidades, destrezas y talentos que están a nuestra disposición.
No importa si no recordamos o no somos capaces de visualizarlos todos desde un principio.
Siempre se puede agregar, corregir, detallar y cambiar lo incluido.
Trabajé en mi círculo del artesano, consciente de ese creador de realidades que soy. Hice una lista de todo lo que me rodea en este círculo.
Hice una lista de todo lo que puedo aprovechar como artesano, para transitar la tristeza.
Dejé los prejuicios de lado, y le pregunté a todos los elementos y seres de la naturaleza, si me pueden ayudar a transitar la tristeza.

De eso se trata la vida, de jugar, caerse, levantarse y volver a jugar. Experimenté entrar en las profundidades de la tristeza en el salón de juegos de la divina providencia.
En este círculo me declaré libre y transité con valentía una realidad originada exclusivamente dentro de mí, la tristeza.

Lucero del Ser artículo #6 - 3er movimiento - Corona-luego Relaciones-Vientos-Artesano

Lucero del Ser artículo #6, 3er movimiento - Corona, luego Relaciones, despues Vientos de cambio y el Artesano. Es una de múltiples opciones de jugada

Los cículos vientos de Cambio y Relaciones

Con el círculo de la corona y el círculo del artesano armados es mucho más fácil dar el tercer paso y entrar al círculo de vientos de cambio.
Allí es donde visualicé la situación, la puse en perspectiva y la contextualicé.
La describí de forma clara y simple.
Visualicé los actores involucrados y me visualicé. Yo era la tristeza.
Pasé de un modelo observacional a uno explicativo en el que pude ver una relación clara entre causa y efecto, entre estímulo y reacción.
Dialogué con el búho desplumado a través de la fábula y juntos dimos el cuarto paso.

El cuarto paso es entrar al círculo de las relaciones. Es muy importante poder contar, explicar (externalizar) las situaciones que queremos comprender.
Es una oportunidad para escucharnos y escuchar, de pulir, tomar en cuenta otras perspectivas, de conseguir datos, información y conocimientos.

No es el momento de toma de decisiones. Es el momento de contar la situación a tus relaciones (actores involucrados) y retroalimentar la situación, visualizar nuevamente, analizar los estímulos y entender nuestras reacciones.


Sin vasija, triste, de luto en las tinieblas del abismo y todo roto me senté en la mesa. Todas mis relaciones estaban ahí, cientos de luces y luceros, estaban ahí.
Tuve el coraje de escuchar y combinar todo, sin justificarme. En mí estaba recordar que desde el amor la crítica constructiva, construye y enseña. Aproveché para aprenderme.


Uno de los aprendizajes más grandes que me llevo de esta etapa de sanación es cuán rígido supe ser conmigo y con mis relaciones más cercanas.
Yo también juzgué y me juzgué. A mí también me costó perdonar y perdonarme. A mí también me costó realmente procesar con amor y benevolencia las acciones de otros y las mías.


Al aceptarme, roto, vulnerable e imperfecto, logré exponerme ante todas mis relaciones sin las máscaras y las barreras que me puse para vivir en la sociedad.
Fui generoso conmigo mismo y entré en las profundidades de la tristeza. No me escapé de lo que sentía.


Usé nuevamente los controles.
El triángulo y el cuadrado.


¿Qué y para qué del dato? ¿Qué y para qué de la información?

¿Qué y para qué del conocimiento?

¿Qué y para qué de la experiencia?

¿Qué y para qué el sentimiento?

¿Qué y para qué del pensamiento?

¿Qué y para qué del saber?

Puse toda mi energía y atención en verdaderamente escucharme.
Verdaderamente escucharme es entrar en las profundidades de la tristeza y escucharme, pensarme y saberme en esa experiencia.
Sentir que me ahogo, y saber que no es real, sentir que el mundo se desmorona y saber que tampoco es real. Todas creaciones de mi mente para que vea la tristeza como algo negativo y me escape.

En lugar de escaparme me conecté.

Aproveché la tristeza para crear intimidad y claridad.

Sentí pena por mí mismo y le pregunté a la pena qué me quería decir.

Me vi totalmente roto, y la pena de mí mismo trajo pensamientos negativos y les pregunté ¿qué me querían decir?

Vino el miedo y le tuve que decir que lo respeto, pero elijo transitar la tristeza. Esta vez no me voy a escapar de ese sentimiento, no me voy a distraer, no voy a ignorar la tristeza con otras distracciones, entretenimientos y haciendo lo que sea para no sentirla, le dije.

El círculo del manantial:

Lucero del SER #6 - Manantial de Luz - Portada.

Lucero del SER #6 - Manantial de Luz - El quinto Paso

Firme, vulnerable y con mucho coraje dí el quinto paso.
Entré en el primer círculo de agua. Entré al círculo del manantial.


Este círculo que me ayudó a visualizar el Lucero del SER desde Tierra, Agua, Aire, Fuego y la Corona.
Te cuento, crecí con el concepto de manantial de torah. “Sabiduría, entendimiento e inteligencia” reza el pueblo hebreo todas las mañanas, tardes y noches de los días de semana.


Llevo años explorando este círculo. Llevo años trabajando con herramientas de pensamiento.
Años armando equipos de trabajo en base a las inteligencias múltiples: Lingüístico-verbal, lógico-matemático, espacial, musical, corporal-cinestésica, intra e interpersonal, creativa, naturalista, existencial. colaborativa y emocional.
Según las inteligencias dominantes en cada uno de nosotros, la forma en que filtramos el mundo que nos rodea. Según el perfil de inteligencia de cada uno, la forma en que vemos la realidad.
Es el círculo de los sentimientos y emociones.
Es el círculo de los pensamientos. El círculo de los supuestos.
El círculo de los saberes directamente relacionados a las emociones, sentimientos y pensamientos resultantes de la situación trabajada el círculo del manantial.
Me encontré saliendo y entrando del círculo del manantial una y otra vez durante el período que transité la tristeza.
¿Qué es la tristeza? ¿Para qué transitar la tristeza?

Transformar la tristeza en pasión y la pasión en belleza.” J. Krishnamurti


No hay pasión en la tristeza, por ende, no hay placer en ella. Eso genera que la humanidad trate de evadir la tristeza, para complacer al resto.

La complacencia es la barrera más importante para el cambio. Edward de Bono.


Para transitar la tristeza es necesario dejar de complacer. Es incómodo para nosotros y para los demás la tristeza. Pero ¿qué pasa si la transitamos? ¿Qué pasa si aceptamos sentir, entender, y saber la tristeza?

En el círculo del Manantial, cree nuevas preguntas:

En el círculo del manantial armé una matriz mental de lo que pienso, lo que siento y lo que sé sobre la tristeza. Esa matriz tiene un único propósito, ilustrar las tres capas principales de mi cerebro y su impacto en mi comportamiento en las profundidades de la tristeza.
El Cortex es la primera capa, la masa exterior gris y sus famosos lados izquierdo y derecho del cerebro. Es el lugar donde operamos por lógica, datos, estructura, precisión y método. Es la capa en la que creamos y seguimos las reglas para el compromiso social. Es la Capa del mundo de la autoconciencia, donde tratamos de dar sentido a nuestra existencia.
Esta capa fue quemada en la hoguera.
La región Límbica, o capa del sentimiento en el centro del cerebro es la segunda capa.
Opera con principios totalmente diferentes a los del Cortex: aquí se trata de energía, detección de la frecuencia, vibración de sentimientos, emociones y relaciones. Funciona principalmente con datos experienciales inmediatos recopilados a través de los sentidos y es la región del cerebro que se vincula de manera más inmediata con el corazón.
Este es un mundo muy personal y subjetivo. Con esta capa toda machucada transité la tristeza. Me di el tiempo para sentir la tristeza, observar y comprender mis emociones. En esta capa estaba la expresión de la herida de mi alma.
Esta capa es la que, en términos evolutivos nos dio la capacidad y el deseo de formar grupos familiares. Por lo tanto, los datos, información, conocimientos y sentimientos de mis relaciones y mis vínculos son ingredientes clave de esta experiencia. Tomé en cuenta todos los aprendizajes del círculo de mis relaciones.
La tercera capa es la del conocimiento, la región basal, se encuentra justo encima de la columna vertebral y es la parte más antigua del cerebro. Me gusta llamarlo cerebro cavernícola.
Es el mundo de los instintos, la intuición y las respuestas 'viscerales'.
El cerebro ya tiene su solución, así que 'simplemente lo hacemos'.
Esta capa de las respuestas viscerales quedó totalmente vulnerable y me acepté así. Ya no tenía las respuestas, ya no tenía las soluciones. Creé todo un mundo de preguntas.
Esta matriz me brindó una plataforma muy útil para una comprensión nueva y poderosa de mi comportamiento como humano.
Dialogué meses con el búho, los dos con el alma herida dispuestos a entrar en lo profundo de la tristeza y juntos tomados de la mano del maestro J. Krishnamurti enfocamos toda nuestra energía y atención en la tristeza.
¿Qué es la tristeza? ¿Qué es el dolor y el duelo? ¿Qué es la pena y la angustia? ¿Qué significan las lágrimas derramadas? ¿Qué es el sufrimiento?
¿Puedo permanecer inmóvil con el dolor y no escaparme?
Me pregunté si es posible mirar toda la miseria de la vida, el dolor de perder a alguien o a mí mismo sin escaparme.
¿Es posible mirarla? ¿Permanecer en la tristeza sin ningún movimiento de pensamiento?
Me di el tiempo para mirar la tristeza, observarla; permanecí ahí por completo, con toda mi energía y atención en la tristeza.
Acepté decirme en este momento de dolor soy ese dolor.
No es que estaba triste, todo mi ser fue tristeza.


No existe sólo el dolor personal, sino también este dolor de la humanidad. No existe el dolor momentáneo de una persona, sino el dolor global: el dolor de la ignorancia, el dolor de la pobreza, los dolores que ha traído la guerra, las lágrimas, las angustias, la brutalidad de todo eso. J. Krishnamurti


Dejé de disipar mi energía en discusiones, en conversaciones interminables, en estar ocupado todo el tiempo con una cosa u otra. Me recordé que el cerebro nunca está libre de ocupación. La vida es ocupación y el cerebro nunca está libre, nunca está quieto. En silencio, enfrenté el miedo, el dolor, la soledad y la desesperación.
La tristeza me invitó a la intimidad conmigo mismo. Me invitó a darle descanso a mi alma. Me invitó a reconocer el potencial de estar a solas conmigo mismo.
Creé ese espacio para estar conmigo, paré y me escuché. De verdad me escuché. Luego de escucharme me hice caso. Y terminé creando una relación más íntima y fuerte conmigo mismo. Me di toda mi atención y la tristeza fue amor. Esa piedad por mí mismo me hizo crecer exponencialmente en amor.
Te invito a escuchar la siguiente canción conmigo, “Soy mi Soberano” y luego seguir leyendo.


Soy la fuerza del vapor, una mezcla de agua y fuego. Yo soy semilla de sol, un enviado del cielo. Me desvela descubrir el corazón tras tanto velo. Soy luz intermitente, soy pájaro que aún no vuelo. Gustavo Cordera.


Transitar la tristeza me sirvió para sacar la mente del pasado, el pasado que ya no tengo. La tristeza me avisó que me estaba centrando en lo perdido. Solo al dialogar con mi tristeza me encontré viviendo el momento presente en su totalidad.

Anoche cuando dormía...

Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di: ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que un sol ardiente lucía dentro de mi corazón. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón.
Antonio Machado.


La tristeza se convirtió en guía en el proceso de sanación. La tristeza se transformó en amor. El amor me reconstruyó como templo y me recordó mis pasiones y esas pasiones, belleza.


Nació el lucero del SER. Es el fruto de mi tristeza, es el fruto de dialogar con ella y ver que es una de las caras del amor. Quedó atrás mi sufrimiento superficial. Sufrimiento por el duelo de seres queridos y duelo de mi anterior vasija.
Quedó atrás el sufrimiento por estar solo.
Quedó atrás el sufrimiento por no ser reconocido o comprendido.
Quedó atrás el sufrimiento por el escrache.
Quedó atrás el sufrimiento por el no poder proveer.

Feliz de haber transitado la tristeza, estoy en mi presente, creo nuevamente mi futuro. Me reencontré con mi pasión.
Me reencontré con mi propósito. Me reencontré con la forma, mi forma de llenar de amor a la humanidad. Pongo toda mi energía y atención en embellecer el mundo. Ahora puedo nuevamente poner mi atención ahí.

Lucero del SER: nace de ese reencuentro conmigo mismo.

Gracias por leerme. Te invito a leer el séptimo artículo: Lucero del SER #7 - El Alquimista soy yo

¡Comencemos a jugar! Link para empezar a jugar.

Te mando un abrazo.

Daniel

Daniel.

Este fue el 5to artículo del experimento realizado en linkedin)

Te invito a jugar este juego conmigo. Comienza siguiendo este Link

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