Llegó el momento de entrar en el círculo de aire. Círculo que decidí llamarlo vientos de cambio. Este círculo es el primero que procesamos, lo hacemos intuitivamente, no somos conscientes de que estamos en él. (artículo extenso, vale la pena)
En este círculo entramos al sentir que estamos en una situación fuera de nuestra “normalidad”, un problema, una urgencia, una necesidad.
Es en esa “anormalidad” donde las emociones se apoderan de nosotros y nos cuesta ver la realidad con claridad. Se activan partes de nuestro cerebro, toman el control y los pensamientos se convierten en ruidos. Ruidos que debemos prestar profunda atención a su vibración, frecuencia y energía. Ruidos que si hacemos el esfuerzo correcto se convertirán en música.
Por ejemplo, el enojo por las agresiones, daños y ofensas, el rencor y las ganas de venganza, todas estas emociones son un veneno, primero que nada, para nosotros mismos y ruidos para pensar con claridad que es posible transformar en hermosas melodías.
Estas líneas que ahora escribo y edito, me llevaron a mirar los borradores de muchos meses de juego. Me leo, veo e interpreto dibujos, pensamientos y comentarios que me escribí como recordatorios. Me pienso y pienso en cómo fui manejando todas mis emociones hace ya un año y medio, cuando me quemaron en la hoguera.
Me armé de mis superpoderes, registrados en el círculo de la corona: aceptación; amor; benevolencia; coraje; confianza; paciencia y perdón; talento en juegos de pensamiento; valores ancestrales y míos, mi filosofía de vida.
Me recordé del círculo de las relaciones, el desafío personal de caminar las enseñanzas de mis ancestros y maestros. Era una oportunidad para seguir caminando lo hablado, una oportunidad para amar a los que me hicieron daño, no blanquear sus caras públicamente y no tenerles rencor. Dos grandes maestros, la maestra Tamar y el maestro Yosef el justo, estaban conmigo.
Una oportunidad para recordarme que ellos, los que me hicieron daño, eran un simple instrumento de la divina providencia para que yo aprenda algo maravilloso:
“Al amar a los que nos hacen daño nos amamos a nosotros mismos. Al mirarnos en el espejo vemos al que más nos hace daño, nosotros mismos.”
Me llamé al silencio, a veces es nuestra mejor opción, en el camino de la iluminación.
En el tratado de Sota, en el Talmud de Babilonia, Rabi Yojanan explica que Tamar estaba dispuesta a ir a la hoguera acusada de ser una prostituta y no “Blanquear la cara de su prójimo” en este caso su suegro, quien la había dejado embarazada.
Como la gran maestra Tamar, estuve dispuesto a ir a la hoguera, y no blanquear la cara de mi prójimo. De eso se trata aplicar el superpoder: valores de mis ancestros y míos. De eso se trata escuchar las enseñanzas del círculo de las relaciones. De eso se trata aprovechar al máximo mis conocimientos y saberes del círculo del artesano.
Aplicación de controles
Apliqué el control triángulo, y me enfoqué en contextualizar y visualizar la tristeza, sus causas y sus consecuencias. Hoy, muchas de esas consecuencias del pasado son la causa de que escriba con tanta libertad.
Me metí en el círculo de vientos de cambio para contextualizar y visualizar la tristeza. ¿Qué la había generado? Las causas y consecuencias. Sus causas y sus consecuencias.
¿Qué debía visualizar? La forma que toma la tristeza. La forma que tiene el dolor del alma.
Desde mi perspectiva de lo vivido ¿Qué contextualizar?
¿en qué entorno vive el problema?
¿Cómo visualizarlo?
Todas mis relaciones estaban ahí conmigo, las que ayudaron a sanar mi alma herida y también las que me quemaron en la hoguera.
En el círculo de vientos de cambiose disparan las oportunidades. Empieza el proceso de transformación de todo problema. Se contextualiza, visualiza y pone en perspectiva el problema/tema a trabajar, el libre albedrío se alimenta de este círculo, planteándonos infinitas posibilidades para elegir el camino del bien.
Me di tiempo para escribir este 5to artículo. Dialogué conmigo mismo. Nuevamente aprendí de todo el proceso y reviví la tristeza ordenando los borradores y dibujos. Celebré mi accionar, mi caminar, el camino recorrido y celebré mi transitar por la tristeza.
Apliqué el control cuadrado, y me asistí con el círculo del artesano. Mis saberes están ahí.
Al igual que hace un año, en la parashá de la Torah hebrea Vaiejí (Porción bíblica, Génesis 47:28-50:26), entré al círculo de aire con el maestro Yosef el justo en mente.
Yosef, si, ese hijo amado por Jacob que sus hermanos envidiaban desde niño. Al no lograr matarlo, lo vendieron como esclavo condenándolo a la soledad y a la pena. Generaron también un dolor inimaginable, que duró más de 20 años, a su padre Jacob.
Cuando Yosef vuelve a ver a sus hermanos, 20 años después, es virrey de Egipto. Podía vengarse, y darles su merecido. Pero no lo hizo.
A primera lectura, parece que la razón para no “castigarlos” es no causar angustias a su padre. Pero en esta porción de la biblia, que se lee anualmente en estas fechas del calendario lunar hebreo, en la luna de la verdad, muere Jacob y queda la vía libre para que Yosef se vengue.
Los hermanos de Yosef temen que es el momento de pagar la factura, de rendir cuentas, y van a negociar con Yosef.
Yosef, bien llamado Justo, lo vio de otra forma:
“No tengan miedo,” dijo Yosef.
“Uds. pensaron hacerme mal, pero la divina providencia lo pensó para bien… Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotrosy a vuestros niños. Así los consoló, y les habló al corazón…” (Génesis 50:15-21).
Yosef no perdonó magnánimamente a sus hermanos; directamente descartó a su comportamiento como irrelevante. Lo que le había sucedido fue porque la divina providencia así lo había diseñado para poder cumplir una misión importante.
Los hermanos y sus decisiones fueron nada más que instrumentos por medio de los cuales los diseños de la divina providencia se plasmaron.
Siento la necesidad de contextualizar qué me llevó a transitar la tristeza, es necesario para desnudar mi juego. Y desde ese lugar, asistido por los recursos, elementos, destrezas y habilidades del círculo del artesano me tomo mi tiempo y escribo y reescribo este artículo. Como Yosef, sin rencor y como Tamar, sin blanquear la cara de mi prójimo, va tomando forma.
Siento que logro contar la historia de lo que pasó, sin avergonzar a quienes me avergonzaron, difamaron y calumniaron. Siento que logro contar la historia con respeto y cariño.
“Cuando veo a alguien haciendo algo indebido tengo el deber de advertirle.” Pero la manera de advertirle debe ser con respeto y cariño, sin avergonzarlo. (Levítico 19:17).
Paso a contarles una Fábula, una herramienta maravillosa para transmitir enseñanzas y críticas sin avergonzar a nadie, con respeto y cariño. Honro al maestro Yosef el gran interpretador de sueños, al escribir las próximas líneas.
La Fábula – La boa que en realidad era un sombrero:
Había una vez una jungla, en esa jungla los animales se congregaron y decidieron aprovechar los últimos avances tecnológicos para empezar una revolución.
Esta revolución permitiría la participación de todas las voces de la jungla. Los aullidos, bramidos, chillidos, ladridos, maullidos, rugidos, y cantos; todas las voces de la jungla serían por igual escuchadas, analizadas, debatidas, respetadas y tomadas en cuenta para la generación de leyes y propuestas beneficiosas para todos los habitantes de la jungla.
Participación total de las criaturas y seres que habitan la jungla, aullaban, bramían, chillaban, ladraban, rugían y cantaban a viva voz los seres y criaturas de la jungla.
Entre los que apoyaban esta propuesta estaban, el búho, el gato, la tortuga, el oso, el orangután, el castor, el ñandú, la gacela y el cascarudo.
La boa, con sus capacidades de captar las tendencias comienza a dirigir la propuesta.
Congrega a un grupo de animales e insectos que venían hablando de la participación total, y arman de apoco las bases para la página web: lasvocesdelajungla.org y posible fundación de un partido político.
El proyecto técnico de hacer posible lasvocesdelajungla.org, lo lleva adelante el gato, asistido por los algoritmos cognitivos, dinámicas, procesos y técnicas de participación regalados por el Búho, este último famoso por su modelo 70/30 (dona el 30% de su tiempo/talento).
Dos escuelas se arman:
Los transparentistas, quieren mejorar el sistema de los elefantes transparentando números y así exponer corrupciones.
Los participacionistas quieren horizontalizar la participación convirtiendo los datos, información y conocimientos en accesibles para todos los seres y criaturas de la jungla.
Empieza a tomar vida el partido mandarina, la boa aparece en la prensa, se hacen encuentros auspiciados por las abejas donde no falta la grapa miel.
Se debaten principalmente temas de educación, equidad, cuidado de la jungla, acceso a la participación y se escurre el tema:
¿Quién tiene voz?
La boa y la tortuga dicen que que solo los académicos y profesionales deberían ser escuchados.
El Oso, el búho y el Ñandú, defienden el derecho de todos los seres de la jungla, también los marginados de la participación política, de participar y proponer. Dejan claro que no se puede juzgar al pez por su capacidad de trepar árboles.
En otras junglas se estaban realizando iniciativas similares de participación. En una Isla lejana hasta se armó una constitución entre todos los habitantes.
El objetivo según los participacionistas es tener la posibilidad de escuchar a todas las voces de la jungla, asistirse por moderadores e idóneos que expliquen las diferentes visiones y perspectivas, se entiendan los contextos y entre todos se tomen las mejores decisiones para generar la mejor realidad para la jungla. Un win-win claro diría el Búho. Profesional, idóneo y maestro de metodologías de cognición.
El búho, durante varios años regaló a este proyecto sus conocimientos, técnicas y metodologías para facilitar un bien mayor, la participación.
Capacitó a varios grupos de voluntarios del partido mandarina.
Ayudó a definir anualmente la hoja de ruta y facilitó todos los talleres internos previos a la fundación. Y al terminar, siempre sin pedir nada a cambio, el búho volvía a su hogar en la cima de un árbol. Feliz de aportar nuevamente de su tiempo talento para construir un mejor futuro.
Se juntaron las 1200 firmas necesarias para la fundación del partido mandarina.
Lo extraño es que el día de la fundación, la gacela, el castor y el cascarudo que tanto habían hecho por el proyecto quedan fuera. Sí invitan a la vaca lechera, a la hiena y a un hipopótamo. El búho con el tiempo se enterará que el cascarudo dejó de confiar en la boa y que al castor y a la gacela los excluyó la boa.
En el año de elecciones y a pedido de la boa, el búho ayuda como especialista en educación en los debates con técnicos de distintos partidos. La documentación de los conocimientos, usando sus técnicas fueron todo un éxito, dijeron el orangután, la tortuga, el oso y el gato. Tus métodos son un tesoro diría la boa. Al terminar, el búho vuelve a su hogar en la cima de un árbol, feliz de aportar nuevamente de su tiempo talento.
Se organizaron debates en formato picnic con todas las voces de la jungla que se congregaron en un rosedal. Ahí también fue un éxito la captura de distintas voces de la jungla, en temáticas como seguridad, educación y acceso al trabajo. Al terminar, el búho vuelve a su hogar en la cima de un árbol, feliz de aportar nuevamente de su tiempo talento.
Un día llega un mensajero y este le dice que la boa necesita verlo con urgencia.
El búho acepta e invita a la boa a su hogar.
¿Cuál es la urgencia? Pregunta el búho.
La boa comenta que hay solo una hiena que se ofrece como voluntaria para ser candidato a presidente por el partido mandarina.
Es ir a la muerte con la hiena como candidato ya que dejó en su pasado a muchos animales con cientos de sueldos sin pagar.
Te vengo a pedir que seas el candidato, le dice la boa al búho.
El búho menciona a la vaca, y la boa contesta que va a apoyar con mucha leche pero que no puede comprometerse para tal fin.
El búho menciona al oso. Y la boa contesta que no está interesado.
El búho deja claro que entiende la situación pero que no está en sus posibilidades ayudar por tres razones: la primera, mi ayuda es como técnico, y ese es mi lugar. La segunda, no soy el adecuado, genero antagonismo con mis desafíos de pensamiento, y no soy políticamente correcto. La tercera y más importante, no estoy interesado en entrar en la vida política.
La boa le pide que lo piense, le dice que es el candidato ideal por estar desde los comienzos, por su frescura, dinamismo y calidad.
Se va a buscar otro candidato, no sin antes decirle que toda la mesa ejecutiva por unanimidad, el gato, la tortuga, el orangután, la vaca, el hipopótamo, el oso, el ñandú y de más, apoyan que sea el candidato y prometieron dar todo el apoyo que sea necesario.
El búho despidió a la boa deseando éxitos en el desafío de encontrar un candidato.
Un par de semanas después, la boa vuelve a pedir al búho que se proponga, con más urgencia que antes. La hiena sigue siendo el único candidato. El búho dice que no es posible, que no puede también por la situación económica, a lo cual la boa le promete toda la ayuda que sea necesaria. Jura que es parte de la propuesta de la mesa ejecutiva.
El búho hace un salto de fe, se llena de valentía y coraje y sale al vuelo. El búho es de esos que cuando hay que dar un paso al frente lo da.
Da el paso al frente sabiendo que el objetivo no es ganar sino participar. Y que en el mejor de los casos está apoyando la candidatura de la boa como diputado y de la tortuga como senadora, y al terminar volvería feliz a la cima del árbol con su familia.
Tiene miedo, pero le dice al miedo, te respeto miedo, pero con miedo me lanzo a esta aventura con este equipo de soñadores, este tipo de salto es necesario para cambiar la realidad.
Primer hito histórico, las elecciones internas.
El búho logra pasar de precandidato a candidato a la presidencia.
Ya en ese entonces, el búho se ve claramente afectado por ser candidato. Sus clientes prefieren posponer los proyectos para no estar vinculados a cosas políticas.
La boa, jura que ayudará cuando esté en sus manos. EL gato le dice que admira su valentía al animarse a ser el candidato.
Segundo hito, la convención.
En una convocación pública, se invita a proponer candidatos a vicepresidente de la fórmula. El orangután fue el más votado, pero este cede el lugar a una pantera sexy e influencer.
Llega la convención, momento super importante donde se valida la fórmula presidencial. Se necesitan 250 animales presentes y no se logra congregar suficientes. La boa lo da todo por perdido, de pronto el búho toma el micrófono y hace un llamado a participar nuevamente una semana después, en la que será llamada la convención de la nostalgia.
Una semana después, más de 280 animales dan fuerza al partido mandarina para continuar.
Tercer hito, la lista:
La tortuga, que tanto se hablaba de lo importante que era tenerla en la lista, a dos meses de las elecciones se baja por miedo a que la echen de la Organización de Junglas unidas. Misma razón por la cual la paloma, quien trabaja para los elefantes, no puede integrar la lista.
El búho entiende la situación nuevamente, y acepta también ser candidato a senador. El que ya estaba en el ruedo y se le habían caído proyectos entendía la situación de la tortuga, la paloma y el orangután. Lo deja claro y alienta a seguir unidos.
Cuarto hito, el contrato:
La boa y la tortuga, en la noche antes de las elecciones le presentan al búho, un contrato para firmar hecho por la paloma, abogada del partido mandarina.
El búho deja claro que le parece ambiguo el contrato, que no está explicitado a qué se refieren con “todos los fondos fueron puestos por el partido mandarina”. Que todo el aporte del búho debe ser explicitado, el oso, que de casualidad está allí es testigo. EL búho firma, con dudas decide confiar en su equipo.
Quinto hito, el día de elecciones:
Pasa un milagro, llegan a 6363 votos, muchos más votos de los que se esperaba. La gran victoria fue participar, y lograr ser una alternativa válida en las elecciones.
El búho, ya casi sin ahorros, agotado pero feliz vuelve nuevamente a su hogar en la cima de un árbol, a la vida familiar y a retomar la vida empresarial. Había hecho posible algo histórico, el partido mandarina había terminado su primera elección, con superávit.
Sexto hito, transferencias a cuentas de terceros:
El búho recibe de la corte electoral cerca de 60 mil bananas por los votos conseguidos. Transfiere a varios almacenes que la boa lista decenas de miles de bananas. Entre los beneficiados, el gato, el ñandú y la tortuga. Deja sin ninguna deuda al partido mandarina para con terceros. El búho, como se había comprometido desde un principio dona al partido todo lo que está en su posibilidad.
Séptimo hito, la claridad:
El búho deja claro a la boa y posteriormente al hipopótamo que ese año de aventuras lo dejó tocando fondo económicamente, y sus almacenes están vacíos.
Octavo hito, la plaga:
Empieza una plaga en la jungla y todos los animales que iban a empezar a trabajar con el búho después de las vacaciones de verano cancelan los proyectos ya que se ven obligados a quedarse en casa.
Y el búho, con los almacenes vacíos.
Noveno hito, las conversaciones:
La primera reunión fue convocada por el hipopótamo. Junto el gato y la paloma le piden al búho, contar la situación para ver las posibilidades, dejan claro que es una reunión amistosa. El búho cuenta la situación.
El búho propuso dos propuestas:
Convertir en subsidio lo que quedaba o subir el tema a lasvocesdelajungla.org para llegar a una propuesta participativa.
El búho veía la situación como una oportunidad para generar una propuesta participativa que permita a cualquier animal, sin importar su situación económica, ser candidato en las próximas elecciones.
Para que tengan una idea, el búho donó al partido 53mil bananas, y quedaba un resto que se estaba consumiendo por su dificultad de generar nuevamente ingresos.
El hipopótamo, el gato y la paloma se comprometen a transmitir lo hablado a la mesa ejecutiva.
La segunda reunión se haría con la mesa ejecutiva. Queda claro que las alternativas planteadas por el búho no fueron transmitidas. Y se ve obligado a nuevamente hacer todo el planteo. Con una mesa ejecutiva rígida y poco flexible con quien tanto había ayudado. No se resuelve nada más que llevarse el tema cada uno para pensar y volver a reunirse para plantear ideas de solución.
Se llama a una tercera reunión, la boa, tan linda ella, fundamentó el no subir el tema a lasvocesdelajungla.org de la siguiente manera: “Como búho no querés que este tema se haga público”. Y pasó a acusa al búho de querer apropiarse de lo recibido por la corte electoral. La tortuga, acusa. El orangután, acusa.
La hiena, plantea convertir al búho en deudor. Qué ironía, justo la hiena del principio del cuento, ahora es apoyada por la boa.
Una reunión donde no estaban ni el oso, ni el gato, y contra la voluntad del búho se convierte en votación interna.
Contra todos los principios que defendió el búho en las elecciones, no se participaría a los habitantes de la jungla y no se manejaría con honestidad el tema. Razón por la cual el búho, el oso y la abeja renuncian a la mesa ejecutiva.
Semanas después, y sin aviso, salen con un comunicado, diciendo que lo habían expulsado por ladrón, hacen conferencias de prensa, participa la boa en programas y escracha al búho. Lo que se debía solucionar tomando café se convierte en un dañino circo.
Décimo hito, búho con corazón de fuego:
El búho después de todo lo aportado y después de haber dejado claro en la última reunión que cuando estuviera en sus posibilidades terminaría de donar las bananas, era convertido en base a mentiras en ladrón. Y llevado a ser quemado al espiedo en la plaza mayor. Y el fuego lo abrazó y lo llevó en sus alas de luz.
Te invito a que escuches esta canción de Ayla Schafer, interpretada por Karen Buenavida, Vuela con el viento. Antes de seguir leyendo.
El búho, se fue a transitar la tristeza a la cima de un árbol. Con paciencia esperó, juntó bananas de amigos, familia y seres de luz, y esperó a que un fiscal le dijera al partido mandarina que hicieron un circo innecesario, que es momento de llegar a un acuerdo.
Hito final
Se llega a un acuerdo donde el partido mandarina se compromete a sacar por los mismos medios que el primer comunicado, un comunicado que deja claro que tanto el partido mandarina como el búho limaron asperezas y se llevan aprendizajes. El partido mandarina no cumple en lo mínimo de lo formal con el comunicado.
Y el búho, el búho sanó la tristeza, y se recordó que la tristeza venía del dolor de ver como una hermosa idea era arruinada por la codicia de un sombrero. ¿Y la boa, la tortuga, el gato, el hipopótamo, orangután y la hiena? Irrelevantes todos ellos, parte del diseño de la divina providencia para que el búho cumpla una misión, aún más importante, construir la brújula.
Hoy con mi brújula renovada, me honro y te honro con mi alegría y con la renovada intención de regalar mi don a través del Lucero del SER.
Para jugar es importante que leas los primeros cuatro artículos.
Entrá al círculo de las Relaciones a charlar de los superpoderes elegidos en el círculo de la corona. Chequeá con tus relaciones la lista de elementos, destrezas, habilidades y conocimientos que listaste en el círculo del Artesano, agrega las que te mencionaron y no estaban en la lista. Acepta la crítica constructiva y entrena el creerles a los que creen en tí.
Te mando un abrazo, gracias por leerme. Bendición para tu vida en este nuevo año que comienza. Yo comienzo bien liviano el 2022. ( este fue el 5to artículo del experimento realizado en linkedin)
Te invito a jugar este juego conmigo. Comienza siguiendo este Link
Te invito también a leer el sexto artículo Lucero del SER #6 - Manantial de pansamiento.
Un comentario en “Lucero del Ser #5 – Vuela con el viento”