Lucero del SER #3 – Todo es energía, frecuencia y vibración

Con mis superpoderes ya elegidos, empiezo a jugar. Miro mi brújula y elijo por qué círculo seguir. Aceptación, benevolencia y amor entre otros, los superpoderes activados al entrar al próximo círculo.

Entonces dijo Dios: Júntense en un lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que aparezca lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas llamó mares. Y vio Dios que era bueno. (Génesis 1:9)

Polvo de estrellas, entro en el primer círculo de Tierra, el círculo del Artesano. El que pone en contexto, el que ayuda a visualizar los tangibles, los elementos, los componentes, los pasos, los productos y los procesos. Es el círculo de la naturaleza, de las aguas y las tierras, los minerales, las abuelitas piedras, los inciensos, los árboles y plantas, las materias primas y los insumos. Es el círculo de los microbios, los insectos, los peces, aves, mascotas, otros animales y obviamente, los mamíferos. El círculo de los sonidos, la música, el ritmo, las experiencias, las rutinas, conocimientos, saberes, talentos, destrezas y habilidades.

(En este momento me gustaría escuches a Joan Manuel Serrat, en el Poema de Walt Whitman – “Una hoja de hierba”.

“Creo que una hoja de hierba, no es menos que el camino que recorren las estrellas. Y que una hormiga es perfecta,Y un grano de arena, y el huevo del zorzal, son igualmente perfectos. Y que la rana es una obra maestra, digna de las más altas. Y que la zarzamora podría adornar, los salones del paraíso. Y que la menor articulación de mi mano, puede humillar a todas las máquinas. Y que una vaca, paciendo con la cabeza baja, supera a todas las estatuas. Y que un ratón, es un milagro capaz de asombrar a millones de incrédulos.”

Con este canto de amor y respeto a la más grande de todas las maravillas, que es la vida humana (Serrat). Me meto de lleno a trabajar en el primer círculo de Tierra, el círculo del artesano. Y mi gata, ronronea, se apoya en mi corazón o regazo, en sintonía con lo que transito.

Lucero del ser #3 -  El círculo del artesano  - Todo es fecruencia, energía y vibración

Lucero del ser #3 – El círculo del artesano – Todo es fecruencia, energía y vibración

Dialogo con Rabi Moshé ben Maimón Maimónides y con Baruj Benedictus de Spinoza; con Walt Whitman, Nikola Tesla, Antonio Machado y Joan Manuel Serrat.

Me perdono las decisiones incorrectas y aprendo, con benevolencia de mis errores. Soy un caminante que se hace camino al andar. Me recuerdo que el riesgo de una decisión incorrecta es preferible al terror de la indecisión. (Maimónides).

Dicho con mis propias palabras:

Que el miedo es una reacción y la valentía una decisión y que la acción más pequeña es mejor que la intención más grande.

Acepto y amo mis experiencias, tanto las de éxito, como las de fracaso. Mis experiencias, al fin y al cabo, son lo que soy, somos experiencias.

“No podemos remar contra nosotros mismos, ya que eso convierte la vida en un infierno” Walt Whitman

Entro al círculo con mi filosofía de vida presente. Me recuerdo que el equilibrio se logra al vivir sin ejercer el poder, ya que corrompe y sin someterse el poder, ya que degrada.

Elijo, ni someter ni degradar, ni someterme, ni degradarme.

Elijo intentar caminar en equilibrio y armonía conmigo y el universo.

Acepto la importancia de estar en silencio conmigo mismo sanando el alma herida.

Empecé a caminar el círculo de tierra. Experimenté con el fuego, el agua, el aire, la tierra y la causalidad de la divina providencia. Observé toda acción y toda reacción.

Trabajé en el artesano, ese creador de realidades que soy. Hice una lista de todo lo que me rodea en este círculo. Hice una lista de todo lo que puedo aprovechar de alguna manera, como artesano, para transitar la tristeza. Dejé los prejuicios de lado, y les pregunté a todos los elementos y seres de la naturaleza, si me pueden ayudar a transitar la tristeza.

¿Qué elementos, componentes, destrezas, habilidades y talentos, hay en tú círculo del artesano?

Mis pies, me dijeron, haremos camino al transitar la tristeza. Usé mis pies y caminé. Querían bailar, pero, estábamos en pandemia.

Desde un rincón, los patines se ofrecieron a entrenar el equilibrio.  Tomé mis patines y patiné. Jugué, perdí el equilibrio, me caí, me levanté y patiné. Sí, de eso se trata la vida, de jugar, caerse, levantarse y volver a jugar. Experimenté el equilibrio y experimenté la tierra, salón de juegos de la divina providencia.

Sudé la tristeza, lloré la tristeza y me descubrí feliz de llorar y llorarme. Fui feliz al darme a mí mismo el agüitaque limpia y purifica, el agüita que nos ayuda a mí y mi jardín a saciar la sed.

Experimenté con el aire, los vientos de estas tierras y sus caricias en la cara. La briza danzando con una cometa, los remolinos de hojas en el otoño. Las olas de frío y de calor, acariciaron mi tristeza. Respiré.

Sentí el fuego que calienta y protege. Fuego que asegura el alimento, del cuerpo, del alma y de la mente, necesario para transmutar la tristeza.

Soy el secreto del universo, me dije. No importa si vibro bajo o alto, importa que vibro. No importa el tiempo, sino yo como fenómeno en unidad de tiempo, me reconozco frecuencia. Fuerte o débil, no importa, todo es energía. Soy energía. Soy energía, frecuencia y vibración, transitando la tristeza.

“Si querés descubrir los secretos del universo, pensá en términos de energía, frecuencia y vibración. “Nikola Tesla.

Me fui a dialogar con el joven excomulgado de 24 años, Spinoza. Releí la obra póstuma, “La Ética”. Volví a fascinarme con su racionalismo absoluto, como él, me opuse al dualismo de mente y cuerpo cartesiano. La única realidad, sustancia, Dios o naturaleza. Somos seres holísticos. Las cosas en el universo son simples modos de Dios. Todo forma parte de Dios.

En el círculo del artesano, camino, experimento y entreno mis superpoderes. Me pongo en contacto con la energía, vibración y frecuencia de todo lo que me rodea. Visualizo y diseño las “tecnologías” para cumplir mi propósito.

El alma dolorida, empieza a sanar. Aparecen cicatrices, cicatrices de felicidad, por las experiencias y aprendizajes recibidos. Tengo lágrimas de felicidad. Felicidad de estar vivo. De abrir los ojos cada mañana y agradecerle a la divina providencia, su confianza en mí al volver a abrirme los ojos.

En este círculo declaro que soy libre, me entrego a ser canal, a existir por las necesidades de mi propia naturaleza, transito con valentía, una realidad originada exclusivamente dentro de mí.

Las plantas y árboles que me rodean. Mis animales de poder, el oso y el búho. Mis maestros y maestras están dándome una mano. Mis superpoderes, materias primas, elementos, componentes, datos, información, saberes, talentos, habilidades, destrezas y experiencias. Se reorganizaron y reordenaron para asistirme en el camino elegido.

Probé y comprendí. Estuve en paz, benévolo, confié y fui justo conmigo.

Contextualicé, reordené y visualicé todas las energías, frecuencias y vibraciones; Visualicé infinitas perspectivas y me recordé que todo lo que necesito existe ya en mí. Que el amor me crea en mi perfección, es solo cuestión de recordar mirarme, reconocerme y amarme.

Te invito a empezar a jugar, en grupo o de a pares, conmigo.

Te pido ayuda, como parte de mi círculo para que este artículo llegue a quienes quieren una brújula. Abro la oportunidad de jugar a construir la propia.

Ahora te toca a ti. Tú brújula empieza por reconocerte tus superpoderes, y escribirlos en el Link para empezar a jugar. Anímate a escribirlos.

Si ya diste el primer paso y tenés escritos tus superpoderes, ya estás jugando. El próximo paso es armar tu círculo del Artesano.

Te mando un abrazo, leo tus preguntas y comentarios.

Para leer el cuarto artículo: Lucero del Ser #4

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