No había más vasija, polvo de estrellas y corazón de fuego salieron de la hoguera.
Con valentía del corazón y como acto de amor a mí mismo, subí a la montaña de mi ser a transitar la tristeza.
Desde la montaña de mi ser, vi la oscuridad y la tierra como un caos. Y las tinieblas que cubrían la superficie del abismo, y yo, polvo de estrellas.
¿¡Qué hacés cuando lo que te duele es el alma!? Te quedás en una cueva en la montaña, y transitás la sagrada sanación del alma, mi respuesta.
Transité la sanación de mi alma triste con los superpoderes que tenía claro me iban a ayudar: aceptación; amor; benevolencia; coraje; confianza; paciencia y perdón; talento en juegos de pensamiento; valores ancestrales y míos, mi filosofía de vida.
Tomé la distancia necesaria de la vasija rota, triste y de luto entré a la oscuridad y las tinieblas del abismo, conmigo cientos de luces y luceros desde el amor. ¡Me sentí cómodo al pedirles y aceptar su ayuda! Luces y luceros llenos de experiencias, enseñanzas, saberes, pensares, y sentires, ayudaron a mi luz sin vasija a dialogar con sus sombras ahora sin vasija.
Sentí el agua, la tierra, el aire, el fuego y la divina providencia abrazándome, y jugué. Sentí la energía de todas mis relaciones, con esas vibraciones, frecuencias y energías, polvo de estrellas ellas y jugué; dialogué con mis sombras y me acepté. Tuve el coraje de amarme. Confié en mis talentos y valores, reordené mis superpoderes, mis habilidades y destrezas, mis saberes, pensares y sentires.
Me enfoqué en los aprendizajes a buscar con mi brújula, reafirmé mi propósito y destino en esta vida, transmuté. (En este momento me gustaría escuches a Jorge Drexler, maestro uruguayo en la canción “Polvo de Estrellas”, y luego sigas leyendo).
“Vale, una vida lo que un sol, vale. (…). Toda la gloria es nada. Toda vida es sagrada”
De chico tuve un gran maestro, Carl Sagan, que me enseñó que soy polvo de estrellas reflexionando sobre estrellas. Que la materia ni se crea ni destruye. Que se renace una y mil veces en esta y todas las vidas, somos y todo es, polvo de estrellas.
Cada vida es sagrada, cada relación es sagrada. Cada construcción de realidad es sagrada. Es sagrado aceptar cómo nos sentimos, lo que pensamos, y lo que sabemos.
¿Qué estás queriendo transitar?
¿Cuáles serían los siete superpoderes que elegirías para empezar a jugar?
A todos alguna vez se nos quemaron los ojos del llanto, se nos cortó la risa, subimos a la montaña de nuestro ser y volvimos a empezar.
“(…) Aunque el dolor te queme los ojos
aunque ignoren tus esfuerzos
aunque la ingratitud sea la paga
aunque la incomprensión corte tu risa
aunque todo parezca nada
vuelve a empezar. “
Mario Benedetti
Transmutar requiere que nos amemos imperfectos. El proceso de transmutar da miedo, hay que respetar al miedo, y no tener miedo a salir totalmente diferentes al terminar el proceso. Transmutar requiere de reconocernos mucho más allá de la vasija.
Sólo los que nos sabemos rotos podemos renovarnos.
Para transmutar usé mi brújula, y al usarla vi la geometría sagrada de esta. Me puse a jugar. Jugué meses con mi mente y con las nuevas opciones de la geometría, armé una brújula. Mi nueva brújula tiene 7 círculos y los quiero compartir contigo para que puedas jugar igual que yo.
El círculo central, es el círculo en el que declaro, soy polvo de estrellas. Es el círculo de la divina providencia. Es el círculo de la vitalidad. El círculo de la corona. El círculo donde nos permitimos ser Reyes y Reinas de nosotros mismos. Es el círculo de los superpoderes.
Yo transité la tristeza con estos superpoderes:
Aceptación, de lo que no puede cambiar. Recordarme que todos cometemos errores y lo que realmente importa es, qué hacemos con ellos.
Amor, el más importante de los amores, amor a mí mismo y recordarme que dentro de mis valores ancestrales está el amar también a quienes te hacen daño, ya que ellos también son nuestros maestros y nos regalan aprendizajes.
Benevolencia, primero conmigo mismo. ¡Qué difícil es a veces ser buenos con nosotros mismos y vivir auténticos! Si no hube priorizado ser bueno conmigo mismo no hube transitado la tristeza.
Coraje y valentía, me llevaron a la hoguera, con el grito “Participación total”. También me ayudaron a aceptarme vulnerable. Pedir y aceptar ayuda para transitar la tristeza, qué valiente.
Paciencia y perdón, tuve la paciencia para que las cosas decanten por si solas. Me tuve paciencia en el proceso de sanación y más aún, valoré y valoro la paciencia que me tuvieron mis relaciones. ¡Qué difícil se me hizo y hace a veces lidiar con este superpoder! La paciencia y el perdón están en mi totalmente relacionados. Perdonarme y perdonar a los que me hicieron daño, ya que también gracias a ellos transmuto y renazco. ¡Qué poderosa combinación la paciencia, benevolencia y perdón!
Métodos de pensamiento mi gran talento, es una mezcla de lo aprendido, lo estudiado y lo experimentado. Soy maestro y artesano del cambio, es el superpoder que me permite romper paradigmas y catalizar mentes.
Mi filosofía de vida, aprendida con todas mis relaciones. Con todas las luces y todos los luceros. Con todos mis maestros y maestras. Con mis sentires, pensares y saberes profundos. Me acepto canal, miro siempre en la brújula, tengo claro de dónde vengo, a dónde voy y cómo caminar ese camino.
Fuerte y valiente en el corazón, me acepto canal para el cambio. Te invito a jugar, en grupo o de a pares, conmigo.
Te invito a que me ayudes a difundir este artículo. Comentes y compartas con quienes quieren una brújula, esta oportunidad de jugar a construir la propia.
Ahora te toca a ti. Tú brújula empieza por reconocerte tus superpoderes, y escribirlos. Quizás no estás seguro, no estés segura, de alguno de ellos, no importa, anímate a escribirlos.
¡Comencemos a jugar! Link para empezar a jugar.
Para leer el tercer artículo: Lucero del ser #3
Te mando un abrazo.
Un comentario en “Lucero del Ser #2 – Soy polvo de estrellas”