Durante uno de mis proyectos internacionales, tuve que preparar una sesión sobre fijaciones mentales adaptada a un grupo multidisciplinario que incluía Ingenieros, Psicólogos, expertos en Marketing, RRHH y Operaciones. La vieja y conocida empresa dedicada por más de 50 años a la Industria alimenticia tenía interés que los ejemplos que usáramos fueran de su Industria.
En busca de un problema
Reunido con un colega para encontrar la mejor forma de buscar un buen ejemplo, recordé a Sam Loyd; recordé sus acertijos y Puzzles; supe que allí encontraría una buena idea.
Llegamos al problema del queso de Sam Loyd y nos dimos cuenta que las ideas para un buen puzle o para un buen rompecabezas pueden ser sugeridas por algo sorprendente que tenemos la oportunidad de ver, pero la consecución del enigma para el buen funcionamiento del sistema puede requerir un tiempo considerable de estudio.
En otras palabras, algo de la vida cotidiana nos llama la atención por su rareza y el desarrollo del rompecabezas se produce luego de forma natural.
Una cosa que nos llama la atención en su forma accidental puede llegar a ser un puzzle interesante y a su vez complicado aumentado los niveles de dificultad.
Cómo presentar el problema
El problema debe ser planteado con simpleza, de modo que la imagen ayude a explicar los términos y al mismo tiempo oculte su verdadera dificultad.
Basándonos en Sam Loyd, dibujamos un círculo, le dimos altura y quedamos con un objeto base – torta o queso – sobre el cual trabajar. Ahora como matemático, experto en teorías aburridas para la mayoría, sé que el corte de un trozo de la torta afecta únicamente a la parte superficial de esta, ya que no va más lejos de una raíz cuadrada o de una potencia de dos.
Pero en el reparto del queso vamos más allá de la superficie mediante ecuaciones cúbicas conocidas también como potencias de tres, ya que hemos de tener en cuenta la profundidad.
La sesión de innovación
Vayamos nuevamente a la sesión de innovación: les pusimos la siguiente imagen del queso, cortado de manera un poquito distinta de lo que acostumbramos. En otras palabras les presentamos el problema del queso de SAm Loyd.
Nuestra pregunta fue muy simple – ¿Pueden decirnos cuántas porciones son producidas por los siguientes seis cortes rectos?, tómense unos minutos para pensar la respuesta.
El consejo que les puedo dar para llegar a la solución es hacerlo de forma sistemática.
Una pista que les dimos después de un buen rato fue: El queso se divide en dos partes con el primer corte; en cuatro partes con el segundo corte; en ocho con el tercero; quince con el cuarto y veintiséis con el quinto.
¿Cuántas porciones se obtienen con el sexto y último corte?
Es tan importante entender las tres dimensiones de este queso como lo son las dimensiones de cualquier sistema, proceso, servicio y/o producto. Es tan importante que espero que el problema del queso de Sam Loyd les acompañe durante mucho tiempo.
Las respuestas fueron tan variadas, casi todas incorrectas antes de la pista. Los acertijos deben ayudarnos a entender más allá de la realidad aparente en que existimos. Y este acertijo rompe la fijación estructural dejando claro el concepto a todos por igual.
Las herramientas de pensamiento inventivo por lo general nos ayudan a generar las conexiones cerebrales necesarias para romper con la linealidad de nuestro pensamiento. Tanto a nivel individual como grupal.
¡Es un excelente ejemplo de los niveles de libertad que nos da el uso de la herramienta división!
Un excelente ejemplo que los ayudará a entender e interiorizar, la dificultad que tenemos todos frente a las diferentes fijaciones.
Me encantaría me comenten sus conclusiones del problema a resolver. Los invito a difundir la palabra y hacer llegar mis artículos a todos aquellos que los valoren y disfruten.
buenísimo el articulo, captó mi atención, trabajo en el área comercial en una fábrica de quesos y me gustó como para proponerlo en el grupo. Conté 31 partes con el sexto corte… en dudas si son 32 pero me la juego por 31..